domingo, octubre 9

HILVANANDO

Voy

sin claridad de destino

con el alma contradicha

con los pies andando a paso estrecho.


Camino con preguntas

las respuestas no me hacen falta,

sólo quiero oír el olor de los sabores

los aspectos cotidianos

de un árbol bordeado de cemento.


Voy absorbiendo

pendientes que llegan a cimas

y descensos en escalones.

Las ventanas e intersticios

se revelan en las curvas estas calles

las texturas, el terciopelo

a veces irrumpen el conglomerado de la gente sin alma.


Ellos gritan, susurran

balbucean conocimiento vacío.

Porque sus poros

están sellados de adolescencia,

y las cadenas sujetan

sus pensamientos impropios,

alquilados en un burdel

donde la esperanza está perdida.


Y continúo,

desatando los cordones

buscando miradas que coincidan

con la coliflor de mi cabeza,

de nuestras cabezas vibratorias.


Las señales y espectros pronto volverán

a darnos el sentido

de los pálpitos enjutos

de un corazón anestesiado.

Y la luz

volverá a ser la verdad absoluta

de un rango diminuto a favor del universo.

1 comentario:

  1. Como estas Conyta, luego de leerte te imagino en España recorriendo Ciudades y reflexionando. Espero todo este saliendo bien por allá. Diego Moyis.

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