domingo, abril 26

dias


Y yo estaba ahí, sintiendome como un segundo reparto de la película de cine mudo. Las imágenes lo decían todo, las calles desmoronadas entre dolor y desprecio con caca de perro, los muros lamentándose constantemente con cáscaras de abandono, la gente se movía anónima, sin cara, sin expresión alguna. Porque eran máquinas de carne y hueso, gentes sistematizadas y anacrónicas. Y todos éramos un segundo reparto, acompañantes de nada.

El desprecio general se ganaba el protagonismo, el olor inmundo la miseria, la escenografía y yo, nosotros, la música mal compuesta.

2 comentarios:

  1. me da miedooo esa fotoo... !!! pero me gusta.
    que triste lo que escribes... pero lamentablemente real...

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  2. tremendo pensamiento, debemos ser más cercanos el uno del otro.
    nos vemos Flauta...

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