viernes, agosto 10

Impresiones superficiales de una ciudad compleja

Berlin es un monstruo que no se camufla ante el visitante, sino que muestra sus tentáculos a medida que el sujeto se interna en sus rincones. Es una ciudad de laberintos, el lugar donde un minotauro herido evidencia sus batallas y luego las comercializa con el fin de mostrarle al mundo que es un sobreviviente, un ex moribundo, lleno de cicratices y de sombras, un vacío dentro del vacío. 

Al caminar por estas calles, observo el territorio como soporte tolerante y abierto a quien lo transita, saturado de información sutil y aberrante, pues no sólo alberga una cronología histórica, sino que a la deriva encontramos momentos aislados y evidencias de lo que fue y sigue siendo. 


Es una ciudad sin pretensiones estéticas, sus visitantes se funden en sus profundidades y se desperdigan en las venas de su torrente sanguíneo que avanza a paso neutro.


Aquí la ciudad es gris y la gente azul oscuro, quizás algún día, cuando hayan pasado los años y las generaciones, se renueve y conforme un lugar lleno de colores neutros, donde se respire blanco y se contemple verde. Sólo que una ciudad que siente verguenza pero no se esconde, probablemente cargue de forma infinita con todo el karma que le corresponde.


Las caras en los niveles terrenales y subterráneos, las caretas y los movimientos corporales, evidencian a una sociedad asumida y encadenada a su pasado que la delata. Un ejemplo tan cotidiano y banal sobre esto, es la necesidad que tienen de depositar su mierda diariamente en una bandeja, los retretes no ocultan el desecho humano, todo lo contrario, nos obligan a recapacitar la responsabilidad propia ante el mundo entero, evidenciando nuestros residuos, desde los más íntimo, desde nuestras propias entrañas. 


Así Berlin sigue su curso y yo paso como una hormiga, intento empaparme de este caos, pero seguro que en seis días sólo atesoro una cara irrizoria de lo que sucede en sus niveles subterráneos. Por a
hora, sólo tengo la certeza de que no todo flota sobre el agua.