domingo, diciembre 28

Walking Around

Montaña en Pizac, Perú






Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío


No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aulla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.


Y me empuja a ciertos rincones,a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.


Walking Around, Pablo Neruda

miércoles, diciembre 24

ciudad incierta



Me enamore de tu multiplicidad y de tus rincones
Me encante de tu poesía que llena y rejuvenece
Me ilusione con las andanzas, que me dejaban en lugares desconocidos.
Todo paso tan rápido que sin quererlo ya estaba en ti
Que sin pensarlo no me soltabas.
Y como borrachos empedernidos íbamos en busca de lo insólito,
como simples desconocidos descubrimos nuevas fronteras,
esas que no se como, te encierran en un mar de incertidumbres,
esas que incesantes vuelven hacia ti inconscientemente.
Te volviste tan lejano, etéreo
y sé que puedo olvidarte, pero no quiero,
sé que puedo andar por tus calles, por tu olvido.
Solo que tu conjugas el dolor y la alegría,
Lo brutal y delicado,
la suciedad conmovedora de un puerto cansado.
Eres atemporalidad latente
destiempo inalcanzable,
lugar inexplicable y aparente.
Valparaíso, sigues en mi presente

domingo, diciembre 21

A r c h i t o r t u r a


Corre tras la creación nocturna de colores, imágenes, sonidos, ambientes, cartones y papeles. La dimensión va más allá de un ancho, un alto y un largo; donde el tiempo es la angustia esclavizante ante la agonía de una entrega.
Cuando nace el proyecto, se escuchan pajaritos, la habitación se baña de luz, y la esquizofrenia se muestra con espasmos y convulsiones de imaginación descontrolada. El aseo personal, la comida y el sueño se han olvidado del sujeto, y el estudiante entusiasta frente a sus herramientas de oficio, genera la mentira más bella y generosa, como cuando Gepeto creó a Pinocho.